A la villa de Orgaz se le conoce en España y parte del extranjero por el célebre cuadro de El Greco ” El entierro del conde de Orgaz ” , aunque el personaje pintado por El Greco, Don Gonzalo Ruiz de Toledo, en realidad no fue Conde, sino el IV Señor de la Villa de Orgaz. El título de Conde de Orgaz no existió hasta el 1520, año en que Carlos I se lo otorga al entonces Señor de Orgaz, Don Álvaro Pérez de Guzmán y Mendoza, quien pasará a ser el I Conde de Orgaz.
El cuadro del conde que no era conde
El origen de la confusión es que al pintar su cuadro El Greco en 1586, dos siglos y medio después de la muerte de Don Gonzalo (3 de diciembre de 1323), para estas fechas su descendiente, Don Álvaro Pérez de Guzmán, ya había sido nombrado conde y gozaba del suficiente reconocimiento social para que a su antecesor se le aplicara, por extensión, el titulo de conde, que en esos momentos ya poseía la familia.
El cuadro de Doménicos Theotocópoulos, conocido como El Greco (Creta, 1541-Toledo, 1614) , reproduce el milagro que, según contaba la tradición, se obró el día del enterramiento de Don Gonzalo, en el que San Esteban y San Agustín se aparecieron a los presentes en la procesión para llevar en volandas a Don Gonzalo y colocarlo en su sepultura en la Iglesia de Santo Tomé de Toledo, que él había ayudado a restaurar con donaciones.
Pasados dos siglos y medio de la muerte de Don Gonzalo, fue el párroco de la Iglesia de Santo Tomé de Toledo, Andrés Nuñez de Madrid, quien encargó la obra a El Greco, para ensalzar la figura de Don Gonzalo y dar a conocer el milagro atribuido en la tradición. El cuadro es un óleo sobre lienzo de 4,80 x 3,60 metros, pintado en estilo manierista, entre los años 1586 y 1588, y colocado en la capilla donde descansaban los restos.
El milagro del señor de Orgaz
Don Gonzalo tenía fama en su época de persona caritativa y bondadosa, contribuyendo a numerosas obras relacionadas con la Iglesia y los desfavorecidos. Esto nos sirve de antesala a lo que luego se conocería como el milagro del señor de Orgaz, verdadero o no, beneficioso para algunos, y con el paso de la historia, a través del cuadro, un regalo para todos.
El milagro atribuido por la tradición tuvo lugar en el interior de la Iglesia de Santo Tomé, lugar de entierro de Don Gonzalo, y se describe de esta manera en relatos antiguos: “Los rezos ya habían terminado y se disponían a entregar el cuerpo a su sepultura cuando repentinamente todo se iluminó con una luz muy intensa que provenía de lo alto, y los allí presentes pudieron ver cómo las figuras de San Agustín y San Esteban descendieron, tomaron en sus manos el cadáver del señor de Orgaz, uno por los hombros y otro por los pies, encargándose ellos mismos de llevarlo hasta el sepulcro.Tras esta acción, con voz grave los dos santos dijeron: Tal galardón recibe quien a Dios y a sus santos sirve. Luego, sin más, desaparecieron, dejando la iglesia perfumada de aromas celestiales”.
Por supuesto que el milagro del entierro del conde de Orgaz fue muy discutido y polémico a lo largo de la historia, y hubo escritos y personajes influyentes que defienden su veracidad y otros que la niegan, pero lo importante es el cuadro, que ha quedado para la historia como la obra maestra de El Greco, y que se puede visitar a pocos kilómetros (33 km) de Orgaz, en la misma capilla para la que se comisionó la obra.
Para más información sobre el cuadro y el condado de Orgaz, puede visitar la página de la Villa de Orgaz
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