Los Molinos de la Mancha nos recuerdan un paisaje literario. Entre las batallas famosas, sin duda la lucha desigual que mantuvo don Quijote contra los molinos de viento, caracterizados de gigantes en su mente, está en el subconsciente colectivo de la cultura española.
A 7 kms de Orgaz, por la carretera antigua que va por el puerto hacia Los Yébenes, se pueden ver los molinos de viento, inspiración de las aventuras del famoso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, del célebre escritor Miguel de Cervantes, del que se dice que pasó por este puerto camino a Córdoba, cuando era todavía un niño, para visitar a su abuelo.
Según te vas acercando a los molinos viniendo desde Orgaz , no puedes dejar de recitar en la mente la famosa frase “ En un lugar de la Mancha….” Y comienzas a entender como el frágil Hidalgo Don Quijote podía fantasear con ver gigantes en estas construcciones. Los molinos de viento, una instalación de origen persa, cuya aparición en estas tierras tuvo lugar como solución a los largos periodos de sequía que asolaron la península en el S. XVI y que hizo necesario buscar nuevas alternativas a los molinos de agua, utilizados hasta el momento para moler el trigo. El viento se convirtió en la alternativa para mantener una vital producción de harina para el pan, dando un primer uso industrial a la energía eólica.
Estos molinos de los Yébenes datan del siglo XVI y arquitectónicamente pertenecen a la tipología de eje horizontal de torre o caperuza movible. En la actualidad se conservan tres molinos de viento en muy desigual estado de conservación:
- El molino El tío Zacarías, que consta de tres plantas, la baja donde se encuentra el silo, la segunda llamada la camareta, que aloja la instalación del limpiado del grano y la del moledero que contiene la maquinaria base del molino.
- El molino El Torrecilla, de factura similar al anterior, construido en mampostería y enfoscado y enlucido en mortero de cal. Su palo de gobierno no está completo.
- A unos cincuenta metros, se aprecian los restos de un tercer molino, parcialmente derruido que aún conserva parte de la estructura muraria.
En un esfuerzo de conservación por parte del ayuntamiento de Los Yébenes, en 2014 se recuperó el molino El tío Zacarías y la antigua Casa del Molinero, acondicionada como centro de visitas y museo etnológico.
Desde la crestería donde se encuentran los Molinos, podemos disfrutar del paisaje, divisando los amplios valles en dirección a Orgaz y Ciudad Real, y el mosaico de colores de los cultivos, donde predominan los olivares, y los almendros, destacando el rojo intenso de la tierra de labor. Hay un sendero de pequeño recorrido (PR-TO 15), que va por la crestería en dirección a Marjaliza, que luego se convierte en pista de tierra y nos permite disfrutar del paisaje montano, con las cumbres de los Montes de Toledo a la izquierda y el Valle donde se encuentra Orgaz a la derecha.
Como curiosidad apuntar el origen del nombre de Los Yébenes, que proviene de la palabra latina geminis, que significa gemelos porque en sus orígenes eran dos poblados que se unieron en el siglo XIX, Yébenes de Toledo y Yébenes de San Juan. La evolución de geminis a Yébenes viene dado a la preservación en el idioma mozárabe.
Puedes leer más sobre la relación literaria de estos molinos con Cervantes en este artículo.
Si quieres visitar estos molinos de viento históricos, puedes alojarte en Casa Cuqui , a tan sólo 7 km de distancia, en la histórica villa de Orgaz, donde además podrás disfrutar de sus calles empedradas, su plaza mayor e iglesia parroquial y su castillo, que fuera de los condes de Orgaz, uno de los cuales inmortalizó para siempre El Greco en su famoso cuadro “El entierro del Conde de Orgaz” , que como explicamos en este otro artículo , en realidad no era Conde.
